PRIMERA GUERRA CARLISTA EN RAMALES
Las operaciones comenzaron el día 17 de abril de 1839 con el reconocimiento de Espartero del puerto de Los Tornos y la carretera que daba al valle del Asón. Comprobó que el enemigo había tomado posiciones para complicar el avance de sus tropas. Entre el 24 y el 25 los isabelinos tomaron las poblaciones de La Herada y Lanestosa, además del alto de Ubal que comunica este valle con el Carranza. El día 27 hubo dos encuentros entre los ejércitos: por un lado los isabelinos tomaban al asalto las peñas del Moro y el Mazo; y por otro, una columna avanzó por la carretera de abajo y fue detenida por un cañón que habían colocado los carlistas en una cueva inexpugnable al pie de las peñas de La Lobera, y que, tras siete horas de fuego, se rindió a los liberales.
Liberada la carretera del fuego carlista y tomadas las alturas, Espartero se lanzó a la conquista de Ramales y Guardamino bajo unas condiciones climáticas adversas. Tras una enconada lucha, los carlistas abandonaron Ramales prendiendo fuego al pueblo. Se replegaron en el fuerte de Guardamino, donde los carlistas soportaron un dramático asedio que concluyó con la capitulación de Maroto.
Después de un mes de lucha, terminaba de esta forma la batalla de Ramales, que dejaba tras de sí más de un millar de bajas en ambos ejércitos, el pueblo de Ramales reducido a cenizas y Espartero encumbrado como hombre fuerte del partido liberal. Sin embargo, el general carlista Maroto fue vilipendiado por sus enemigos y por sus correligionarios que lo acusarían de traición.