Elena Bargues

«El parasol francés» de Jane Kelder

«EL PARASOL FRANCÉS». Romantic Ediciones.
Forma parte de una trilogía sobre el pueblo ficticio de Horston. Comienza con la novela «Adagio de primavera» en un ambiente detectivesco a lo Miss Marple; continúa con «Gardenias en el lago» y finaliza con «El parasol francés».
Soy escueta con la presentación porque no me gusta desvelar las tramas, que cautivan y atrapan. Tampoco soy amiga de comentar mis lecturas, a no ser que algo llame mi atención y me mueva a saltarme la norma. En este caso es la propia autora la que me incita a ello.
Una de las escritoras clásicas más respetadas y leídas por cualquier lector de novela romántica que se precie es Jane Austen, quien sigue vigente por el análisis que realiza de su sociedad, de los vecinos que la rodean, de las costumbres de la burguesía (gentry) y de la aristocracia rural, a quienes traza con su pluma e inmortaliza en el papel. Sin embargo, Jane Kelder no ha olvidado las razones por las que Austen continúa cautivando, y por esto llamó mi atención.
A lo largo de la trilogía ha sabido captar el estilo costumbrista y la visión del mundo de Austen y lo ha reflejado en los vecinos de Horston, cuyas vidas desfilan por las páginas ofreciéndonos la misma moralidad, educación, reticencias y conveniencias sociales que en las novelas de Austen. Y cual no es mi asombro cuando alcanza el mismo pudor lingüístico decimonónico para que los personajes no expresen sus sentimientos abiertamente y, sin embargo, llegue el mensaje (confieso que yo, en aquella época, me perdería en la sociedad inglesa, tan fría y tan poco elocuente, menos mal que soy española). Porque en las novelas de Austen, los personajes, a causa de reprimir sus sentimientos y sus opiniones, llegan a situaciones equívocas (no cito ejemplos que todos conocemos tan bien). Esa forma tan estudiada de decir lo conveniente, de evitar el comentario desagradable considerado de mala educación, ese callar la opinión para no contrariar al contertulio están perfectamente captados por Jane Kelder y nos traslada de nuevo al exquisito mundo de Austen, lo que convierte a su trilogía en una lectura placentera y totalmente recomendable.

Elena Bargues