Elena Bargues

«El rumor de las Folías», de Yara Medina

Una novela que nos lleva a las islas Canarias, a su historia, a sus penas y a sus alegrías. Qué poco sabemos sobre lo que pasó por allá en los momentos difíciles por los que atravesó España.

FICHA TÉCNICA:

La historia comienza y termina en el mismo momento: la muerte de Luisa López. El resto de la novela se trata de un flash-back en el que el narrador omnisciente, desde el único punto de vista de Luisa, nos cuenta de forma lineal su vida. Es una estructura clásica, pero muy conveniente para seguir los pasos de la protagonista y, desde el principio, me sorprendió la maestría de mantener el relato sin caer en la tentación de emplear el estilo indirecto/directo libre tan socorrido en la novela romántica para introducirnos en los pensamientos de los personajes. En lugar de alejarnos de ellos, es tal la destreza en las descripciones que transmite las emociones igualmente.

De la mano de Luisa López asistimos a un pedazo de historia de las islas Canarias en los años treinta. Y es aquí donde Yara Medina despliega sus dotes de narradora. Combina diestramente los sucesos políticos con los problemas económicos que asolan las islas; describe magistralmente las diferentes capas sociales que conviven; es minuciosa en los detalles ambientales: los vestidos, la comida, las costumbres, la religión, la superstición, el paisaje… pero sin ralentizar la lectura; por el contrario, resulta rica, amena y da cuerpo y verisimilitud a la gran pasión de los protagonistas.

La vida de Luisa López se puede considerar una auténtica epopeya: sale de Fuerteventura, viaja a Cuba, se instala en Gran Canaria y siguen más viajes. Aunque son muchos los personajes que desfilan por sus páginas, tanto ella como la familia Westerling, están perfectamente delineados y llegas a conocerlos hasta el punto de anticiparte en algunas de sus decisiones, acordes con su carácter. Y éste es uno de los puntos fuertes para mi gusto, pues refleja la lógica del argumento. Y no falta el amor. Luisa se enamora del mayor de los Westerling y será el hilo conductor de los hechos. Es admirable como, esta joven autora refleja su propia madurez al partir de unos muchachos despreocupados y llevarlos hasta la edad adulta, con decisiones acertadas y erradas, como la vida misma. Y en ningún momento cruje la narración, que fluye con la naturalidad de lo que es real.

La prosa es impecable: las frases sin sobrecarga de subordinadas, por lo que el relato gana en agilidad; amplitud de vocabulario y lo mejor: el lenguaje canario. Yara Medina nos ofrece un amplio repertorio de vocablos y expresiones de las islas con una concienzuda elaboración de notas a pie de página para el lector.

VALORACIÓN PERSONAL:

Hacía tiempo que no caía en mis manos una obra tan completa, equilibrada en la información que ofrece y tan magistralmente narrada. He reído y he llorado junto a los protagonistas que, desde la primera página, ganaron mi corazón y empaticé con sus emociones. Y, al mismo tiempo, he viajado a esas desconocidas islas; y digo desconocidas porque todos las hemos visitado turísticamente sin descubrir su corazón moldeado en lava. Yara me ha ofrecido una forma de vida y una sociedad de principios de siglo que, aunque española, me era ajena. Totalmente recomendable para los canarios que vivan lejos de su tierra y la añoren.

Es uno de esos relatos que arrastran al lector y se convierten en inolvidables. Aconsejable para las lectoras avezadas que deseen perderse en una historia épica bien elaborada, documentada y creíble.

Para finalizar, ¿qué puedo decir? Que deseo encontrarme más con Yara Medina y menos con Jane Hormuth. Pero esto es una opinión personal, no lo olviden, que para gustos se hicieron los colores.

Elena Bargues