«¿QUIÉN DIABLOS ERES?» Ed. Titania.
Normalmente, cuando me gusta una novela y conozco a la autora, hablo con ella y la comentamos. En otras ocasiones, cuando me impacta y me remueve, el comentario es público. Este es el caso de «¿Quién diablos eres?».
Se trata de una trama compleja, de una aventura pura y dura que marca una lectura trepidante, de las que amarran, muy de mi gusto, por lo que he disfrutado como una leona.
Sí, es cierto, es paranormal, y Raquel De la Morena no ha dudado en echar mano de todos los elementos clásicos de este género para mayor gozada mía: vampiros, brujas, hechiceros, sombras y luces del más allá; me ha paseado por los laberintos subterráneos parisinos (donde se refugiaba la Corte de los Milagros del siglo XVII), por los de Edimburgo y sus lúgubres leyendas, (he echado en falta el recorrido nocturno de Toledo, que tan cerca le queda a la autora, aunque un poco a desmano a la protagonista), viajes en el tiempo, reencarnaciones, fantasmas y cementerios. Todo un lujo y un derroche de imaginación para entrelazarlo en esta historia. Y AMOR, por supuesto, que no falte, al más puro estilo de GHOST, amor eterno, no podía ser menos.
Cuando llegué a la última página, me quedé huérfana, vacía. Invoqué al más allá a ver si los protagonistas retomaban las páginas, pero no se multiplicaron por más que las revisé. Aguardé en vano un apagón de luz, una sombra, un ruido fantasmagórico, vamos, una señal del más allá de mis queridos personajes. Se habían ido con la última página y me dejaron con el regusto amargo que deja una aventura bien estructurada, bien construida, con frases de Jane Austen vibrando en el aire, con el cinismo de Oscar Wilde y con el aventurero Walter Scott. ¡Cuánto romanticismo decimonónico acumulado en tan «escasas» páginas!
Hasta la siguiente, Raquel De la Morena, a ver adónde me llevas que me has dejado agotada de tanta emoción.
En la composición que os dejo, he acompañado la portada de la novela con una foto de un cuadro de nuestro querido e insigne santanderino José Ramón Sánchez, Premio Nacional de Ilustración en el 2014. Se trata del «Retrato de Dorian Grey», otro clasicazo paranormal que no se corta nuestra autora en introducir en su novela para mayor disfrute del lector. Este cuadro pertenece a la colección de dibujos «La gran aventura del cine» que consta de 104 ilustraciones de películas y 20 retratos de actores y actrices.