Elena Bargues

El expolio del patrimonio español.

Los saqueadores.

Antes de iniciarse la invasión, Jean Baptiste-Pierre Le Brun viajó por España para sacar partido del desorden nacional. Adquirió obras a buen precio y las sustrajo a escondidas. Una vez comenzada la guerra, el expolio fue a gran escala.

El mariscal Soult ordenaba que le «regalaran» los mejores cuadros allá por donde pasaba.

El general Murat despreció los cuadros de los pintores españoles y se quedó con los italianos y flamencos para hacer fortuna con su venta.

La rapiña oficial llegó con el Real Decreto fundacional del Museo de Madrid el 20 de diciembre de 1809, bajo el argumento de salvarlas de la rapiña. Se encarga al funcionario real, don Francisco de Goya, que seleccione 50 obras. Sin embargo, el proyecto era enviarlas al Louvre como botín napoleónico.

Frederic Quilliet formó comisiones regionales de requisa con el fin de localizar las obras más importantes en monasterios, edificios públicos y palacios reales. Para ello emplearon como guía el Diccionario histórico de las Bellas Artes en España de Ceán Bermúdez publicado en 1800. El número de cuadros pasó del millar y medio, pero fueron almacenados en malas condiciones por lo que se perdieron muchos por culpa de la humedad. Quillet y su camarilla (Maignien, Napoli y el marchante inglés G. A. Wallis) saquearon el depósito que ellos mismos habían reunido. Fueron denunciados en 1810 y Quillet fue apartado de su puesto.

Además de la pintura, lo que más sufrió fue la orfebrería: custodias monumentales, cruces procesionales, cálices, arcas… Fueron fundidos y transformados en lingotes o monedas. El retablo mayor de plata de la Catedral de Valencia fue fundido en Mallorca en 1812.

Fernando VI.

Tan perjudicial como el expolio fue la desidia del gobierno español en recuperar el patrimonio. Wellington capturó en Vitoria el tesoro con el que huía José Bonaparte a Francia. Envió una carta a Fernando VII pidiendo instrucciones y éste se las regaló «graciosamente». Más de cien obras forman hoy el núcleo principal de la colección Wellington en Aspley House (Zurbarán, Velazquez, Murillo, Ribera, Rubens, Rafael, Tiziano…), por las que los españoles debemos pagar entrada para contemplarlas.

Elena Bargues