En 1700, el fallecimiento de Carlos II de España sin descendencia desató las ambiciones de los representantes de las grandes potencias por conseguir la hegemonía europea. Esto me obligó a considerarlos como unos personajes más de la narración.
FELIPE V DE ESPAÑA ( CASA DE BORBÓN)
(Versalles 19 diciembre 1683 / Madrid 9 julio 1746)
Hijo de Luis de Borbón, Gran Delfín de Francia y nieto de Luis XIV. Se casó con 17 años en Figueras con María Luisa Gabriela de Saboya (Turín, 13-o9-1688/ Madrid, 14-02-1714) que contaba con 13 años.
La coronación de Felipe de Anjou el 16 de noviembre de 1700 supuso el advenimiento de la dinastía borbónica al trono español. Desde el principio de su reinado estuvo tutelado por su abuelo Luis XIV a través de una camarilla de franceses con la princesa de los Ursinos al frente. Esta circunstancia sublevó a parte de la nobleza española que apoyó las aspiraciones de Carlos de Austria al trono. Comienza la guerra de Sucesión que terminó con el Tratado de Utrecht por el que se reconoce a Felipe V en el trono español.
En 1714 quedó viudo con dos hijos vivos de su matrimonio con María Luisa Gabriela. Contrae nuevamente matrimonio con Isabel de Farnesio que toma las riendas del poder desplazando a los franceses. Favoreció el ascenso del Cardenal Alberoni, más acorde con sus pretensiones de recuperar los territorios de Italia. Ante el estrepitoso fracaso, Alberoni fue obligado a abandonar el país.
El 10 de enero de 1724, Felipe V firma un decreto por el que abdica en su hijo Luis I de 17 años. A los ocho meses de reinado falleció a causa de la viruela y, una semana después, Felipe V vuelve a ceñirse la corona hasta su muerte, pese a la depresión que lo agobiaba. Su hijo Fernando, de once años, es proclamado Príncipe de Asturias.
(Parma, 25 octubre 1692 / Aranjuez, 10 julio 1761)
Legítima heredera de Farnesio y Médici, se casó con Felipe V gracias a Alberoni, a quien favoreció con poder en el gobierno de España. Era una mujer bella a pesar de las marcas de viruela, de carácter fuerte y dominante. Llegó con 22 años y fue difícil de manejar para la nobleza castellana. La apodaron despectivamente «La Parmesana». No se preocupó de los hijos del anterior matrimonio y mostró una ambición desmedida para los propios: el reino de Nápoles y Sicilia para Carlos y el Ducado de Parma para Felipe.
Cuando Fernando VI ocupó el trono a la muerte de Felipe V, la desterró en La Granja. Fernando VI falleció en 1759 sin descendencia e Isabel regresó a la Corte junto a su hijo Carlos III, pero choca con su nuera, María Amalia de Sajonia e inicia un nuevo exilio en Aranjuez, donde permanecerá hasta su muerte.
FELIPE II DE ORLEANS (Francia)
Hijo de Monsieur (hermano menor de Luis XIV) y de la princesa palatina Isabela Carlota. Luis XIV le obligó a casarse con Mademoiselle Blois (hija de una de sus amantes). Fue un matrimonio desdichado que engendró ocho hijos y cuatro más fuera del matrimonio.
Más inclinado al estudio que a la guerra, destacó por su memoria prodigiosa y su capacidad de trabajo. Sin embargo, Luis XIV desconfió de él pues, descartado como posible sucesor en España y en Francia fue un intrigante constante. A la muerte de Luis XIV consiguió que el Parlamento anulara el testamento y le nombrara único regente con plenos poderes: polisinodia (el Consejo de Regencia sustituye a los Secretarios de Estado).
Se dedica a deshacer todo lo que consiguió Luis XIV: apoyó a los jansenistas, abandonó la causa de los Estuardo y se alió con Inglaterra y Austria contra España por codicia de un trono contraviniendo el interés de Francia. El Palacio Real fue escenario de escandalosas fiestas y orgías con la complicidad del abad Dubois para el que consigue el capelo cardenalicio.
Cuando Luis XV cumple la mayoría de edad en 1722, los desastres se suceden: la peste en Marsella, la quiebra de la banca de Law. En 1723 fallecen el cardenal Dubois y Felipe de Orleans, dejando un panorama financiero desolador.