Los duques de Anizy, Antoine y Mariana, deciden recorrer la península de norte a sur para conocer el corazón del imperio español. Durante su viaje hasta Sevilla se relacionan con personajes tanto ficticios como reales. Los históricos con los que cruzan unas palabras, o bien figuran como amigos personales de nuestros protagonistas, requieren una especial atención por nuestra parte a causa de su personalidad:

CARDENAL ALBERONI

Nace en Firenzuola en 1664 y fallece en Piacenza en 1752. Procede de una familia humilde. Realiza la carrera eclesiástica y es ordenado en 1690.Vive en Roma donde conoce al Duque de Vêndome que le contrata como secretario. Se traslada con el Duque a los Países Bajos y se introduce en los asuntos políticos. Llega a España cuando el Duque es enviado por Luis XIV, pero fallece y es contratado por el Duque de Parma, que lo envía en su representación a Madrid para impulsar el matrimonio de su hija Isabel de Farnesio.

Isabel Farnesio se apoya en él para recuperar los estados italianos. En 1717 comienza la conquista de Cerdeña y en 1718 continuaría con la de Sicilia. Mientras tanto mantiene una política muy activa de enredos y espionajes en las cortes extranjeras, llegando incluso a preparar una armada para invadir Inglaterra. En sus manejos consigue que el rey interceda para que el Papa Clemente XI le conceda el capelo cardenalicio, quien se lo había negado reiteradamente.

Cansados de la política agresiva y sin sentido, los españoles presionaron para apartar a Alberoni del favor real. En 1719, ante la hostilidad de las potencias europeas, los reyes le dan tres semanas para que abandone España y tiene que hacerlo disfrazado para evitar el linchamiento popular.

MARQUÉS DE BEDMAR

Don Isidro de la Cueva y Enríquez nació en la calle Relatores de Madrid el 20 de mayo de 1652. Contrajo matrimonio con Manuela Ignacia María de Acuña y de la Cueva, marquesa de Asentar con la que tiene tres hijas. María Francisca de la Cueva y Acuña heredó las dos casas: Bedmar y Asentar. Doña Manuela fallece el 7 de agosto de 1702.

El marqués de Bedmar trabajó la mayor parte de su vida en Flandes. El 11 de enero de 1698 es nombrado Gobernador General de las Armas de los Estados de Flandes con dos mil escudos de paga y una compañía de guardias a caballo. El 26 de junio de 1701 se le asciende a Comandante General de los Países Bajos. Ese mismo año aceptó a Felipe de Anjou como rey de España, una vez reconocido por las Cortes de los Países Bajos, y el 20 de noviembre llegó a París, donde fue recibido por Luis XIV y Felipe V. Fue uno de los primeros en felicitar al nuevo rey.

En 1704 cae enfermo y deja solo en el gobierno al mariscal de Boufflers, quien lo considera imprescindible. En febrero de 1705 deja Bruselas y llega a París donde se le nombra Virrey de Sicilia. Llega a Palermo en julio y organiza la isla y dos años después, en 1707 pide que lo sustituya el Marqués de los Balbases.

Regresa a Madrid y en 1708 es nombrado Ministro Interino de Guerra y en 1709, Consejero de Estado.

Falleció en su casa-palacio de Madrid el 2 de junio de 1723 a los setenta y un años de edad. Fue enterrado bajo el altar de la imagen de la Almudena.

MARQUÉS DE SAN FELIPE

Vicente Bacallar y Sanna nació en Caller (Cerdeña) el 6 de febrero de 1669 y falleció en La Haya el 11 de junio de 1726 a los cincuenta y siete años.

De familia noble sarda de ascendencia valenciana. Se educó en España. Militar, lingüista, historiador, embajador. Fue nombrado por Carlos II gobernador militar de Cerdeña. Durante la guerra de Sucesión optó por Felipe V y por su fidelidad obtuvo el título de Marqués de San Felipe y Vizconde de Fuentehermosa en 1709.

Cuando Austria conquista Cerdeña se retira a Madrid. Durante el Tratado de Utrecht en 1714 forma parte de la delegación y después es nombrado embajador en Génova, desde donde apoya a Alberoni para reconquistar Cerdeña.

Fue miembro de la Real Academia Española (sillón N) desde 1713. Escribió un poema corto en 1709 «Las Tobías»; en 1714 el poema «El palacio de Momo» y en 1719 «El tratado de la monarquía hebrea» y «Comentarios de la guerra de España e historia de su rey Felipe V, El Animoso», obra en la que me he basado para gran parte de la novela, encantada por la parcialidad de su relato y por ser una visión coetánea de los acontecimientos.

La hija ilegítima que le adjudico en el relato es invención mía.

MARQUÉS DE VILLENA

Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga nació en Marcilla (Navarra) en 1650. Fue el VIII marqués de Villena y VIII duque de Escalona entre otros títulos y Grande de España. A la temprana edad de tres años se encontró huérfano y un tío, obispo de Cuenca, lo educó. Tuvo muy buenos maestros que le inculcaron el gusto por las letras.

Participó en varias batallas pero su tendencia estudiosa pronto comenzó a ser conocida y a los veintiséis años era admitido entre los intelectuales. Felipe V le nombró Mayordomo Real (jefe de la Casa Real) permitiéndole libertad para continuar con sus estudios. Fundó la Real Academia Española (RAE) a imitación de la Academia Francesa y de Florencia. En 1714 por Real Cédula es nombrado director perpetuo de la misma. Promovió la publicación del primer Diccionario y elaboró el plan del Diccionario de Autoridades que no llegó a ver publicado, pues la muerte le sorprendió en 1724 en Madrid.

JOSÉ CAMPILLO Y COSSIO

Nació en Alles (Asturias) en 1692. Procedía de una familia hidalga y trabajó durante diez años para el obispo don Antonio Maldonado en Córdoba donde estudió en la universidad. En 1715 comenzó la carrera burocrática hasta que Patiño se fija en él y lo nombra oficial del Cuerpo de Contadores de la Armada. En 1720 se traslada a Cuba para poner en marcha los astilleros de La Habana. En 1724 fue nombrado Director del Real Astillero de Guarnizo y en 1737 sucedió a Patiño como Secretario de Estado y Hacienda y poco después las Secretarías de Guerra, Marina e Indias, cargos que desempeñó hasta su fallecimiento en 1743 en Madrid.