HIDROELÉCTRICAS
En 1906, en el mes de julio, se constituyó la Sociedad Anónima Electra de Viesgo, cuyo origen fue la sociedad Eugenio Lebón y Cía y la Electra Pasiega (central hidráulica sobre el río Pas a su paso por Puente Viesgo). El Banco de Vizcaya se convirtió en accionista mayoritario de la Hidroeléctrica Ibérica y de la Electra de Viesgo, y disfrutó de una situación monopolística, por lo que no escatimó incidentes administrativos para impedir que el proyecto de la Sociedad Hispano-portuguesa se llevara adelante sin su participación.
El mismo año de 1906, se formó la Sociedad General de Transportes Eléctricos por los ingenieros Pedro Icaza, Eugenio Grasset y José Orbegozo, quien fue el alma de la idea. En 1907 se unió el empresario Horacio Echevarrieta que adquirió los saltos del Ter y una serie de derechos sobre el caudal del Duero en Braganza. También adquirió una opción de compra sobre los derechos y propiedades que había sobre el Duero a su paso por Zamora y Salamanca. Sin embargo, carecían de capacidad financiera para semejante empresa por lo que se sumó a la iniciativa el Banco de Bilbao y el 3 de julio de 1918 se constituyó ante notario la Sociedad Hispano-portuguesa de Transportes Eléctricos.
En 1944, la Sociedad hispano-portuguesa y la Hidroeléctrica Ibérica se fusionaron y crearon Iberduero.
HITOS EN LA HISTORIA DE LA ELECTRICIDAD
1901 – Se aprueba la Ley sobre servidumbre de paso eléctrico y establece un régimen liberal para las empresas españolas.
1906 – La lámpara incandescente de tungsteno alarga la vida de la lámpara, disminuye el voltaje y aumenta la luminosidad por lo que es más asequible para las capas sociales bajas, quienes sustituyeron rápidamente los candiles y las bujías.
Guerra de contadores – Las compañías cobran por el alquiler y establecen dos pagos: un mínimo de consumo más el alquiler y otro variable.
Los apagones son frecuentes ante la irregularidad del suministro.
En Madrid y en Barcelona chocan las eléctricas con los derechos adquiridos por las compañías de gas.