«…el barriuco del Sardinero, en la calle de La Braña, una travesía entre la avenida de los Castros y la calle Palencia. El barriuco era un conjunto de casas humildes, con trazado irregular y con callejones, que databa de principios del siglo XX.»
«el barriuco era el eje de la vida en el Sardinero en el que se ubicaban dos tiendas de ultramarinos, una pescadería y la panadería de sus padres en los bajos de las casas; el Chupi, el bar con mayúsculas, el bar de los bocadillos de rabas y el vino aromatizado con coco y canela, y el Sport, el bar con minúsculas.»
«Pagó al taxista y, tirando del equipaje, cruzó la ancha acera mojada hasta los escalones, cobijados por una pérgola blanca de cemento, que la introducían en el callejón, el corazón del barriuco. Dejó la maleta fuera, bajo la lluvia, entró en el Chupi y pidió las llaves a una mujer morena».
«al otro lado de la calzada, se erguía un caserón de tres alturas flanqueado por dos torres con el tejado de pizarra que, a su vez, estaba sustentado por un alero de madera pintada en ocre. Era una casa sin estilo que captaba la atención por la incongruente escalera y las atípicas torres, las ventanas del segundo piso estaban decoradas con unos balconcillos de madera, más destinados a la decoración que al uso. Un jardín separaba la casa principal de otra más pequeña de dos alturas situada al fondo, en la que dormían y jugaban los hijos. »