Elena Bargues

Castillo de Ucero, Soria.

El castillo estaba preparado para resistir importantes asedios, ya que cuenta con un triple recinto amurallado. La muralla exterior no tiene torres, pero si un foso en alguno de sus lados. También presenta barbacana artillera. La torre del homenaje está ubicada en un lateral, justo sobre el foso que da acceso al interior de la fortaleza. El acceso es complicado y disuasorio, formado por un conjunto de rampas dispuestas para facilitar su defensa, que finalizan en un puente levadizo. Tiene una gran puerta situada entre dos cubos cilíndricos que no da acceso al interior del castillo, sino a un recinto previo más bajo y dominado por la torre del homenaje. Esta entrada, se podía defender fácilmente desde la propia puerta, desde la torre o desde los adarves perimetrales.

Ya en el interior encontramos otra barrera en el lado este y los restos de un aljibe cubierto por una bóveda de lajas, además se conservan muros de las dependencias domésticas.  Y en el lado sur otra barrera protegía la parroquia, a la que se accedía por una puerta por la rampa superior.

Lo más relevante y visual del castillo es la torre del homenaje. Es interesante observar las hileras de ménsulas que soportaban el almenado, ya desaparecido; en ellas podemos apreciar gárgolas de temática fantástica. También contaba con ajimeces volados del S. XIII y una ventana de arcos ojivales decorada con dos pequeñas gárgolas asimétricas. El interior muestra en su última altura una bóveda de crucería con ménsulas y clave labradas, donde podemos ver un agnus dei (cordero de Dios).

Existe un pasadizo subterráneo que desde el castillo desciende hasta el río Chico, practicable en unos 30 m. sin necesidad de linterna, para acceder a la aguada en caso de asedio y que se encuentra derrumbada en gran parte. Hay un detallado estudio de la primera sección de este pasadizo en el trabajo de Francisco Garía Riesco Ucero (Soria). Breve estudio sobre una mina de castillo (Castillos de España, nº120, pp. 43-47). Según este autor se trata de una mina excavada en el suelo, a veces en roca, con adición de una bóveda de cañón ligeramente apuntada, realizada con lajas de sillarejo y calicanto, con una altura variable entre 2,13 y 1,5 m. y una anchura más o menos constante de 1,16 m. La pendiente que supera para llegar hasta el río es de unos 60 m. por una empinada ladera.

Elena Bargues