
En 1796, Francisca Muñoz, tras quedarse viuda, regresa a Manila y retoma su labor de creadora de perfumes. A espaldas de su familia y de la sociedad, mantiene con Jian Zhou una relación comercial de diseño y venta de joyas falsas. Sin embargo, el Consulado de Cargadores de Filipinas pone a prueba su fortaleza con obstáculos a su condición femenina, y sus hermanastros, que la consideran una advenediza, amenazan su independencia económica.
Melchor Crespo, teniente de fragata destinado al navío de línea Montañés, llega a Cavite con la escuadra del comandante Álava. Es consciente de la oportunidad que le brinda el destino asiático y se aventura, junto con sus compañeros, Anievas y Mier, en el terreno del comercio y del contrabando. Para lograr su fin, los oficiales consiguen la ayuda de Francisca, conocedora de los entresijos del comercio, pero que arrastra muchos problemas y secretos en los que se verán involucrados y que pondrán en peligro sus vidas.

Una narración que nos traslada al ámbito de los relatos de aventuras en parajes exóticos, en los que se desatan las pasiones, las ambiciones y las rivalidades en medio de la lucha por la supervivencia en un entorno hostil, rodeados de potencias enemigas y bajo la amenaza de tifones, inundaciones y piratas.
Tras los pasos de la Real Armada en Asia entre los años 1796 y 1803, la novela nos sumerge en la vida manileña y en las dificultades del comercio de la nao con Acapulco.