Una parte de la novela se desarrolla en el Mediterráneo. Se hace referencia a la conquista de Cerdeña y se detalla la conquista de Sicilia. La narración se basa en los escritos del marqués de San Felipe que me atrajeron, particularmente, por ser una persona coetánea a los hechos y por su enorme subjetividad. Siempre que se recurre a situaciones históricas es inevitable introducir personajes históricos de los que os ofrezco una breve semblanza de los más importantes:
DON PEDRO MESÍA DE LA CERDA Y DE LOS RÍOS
Nació en Córdoba (1700 o 1702) heredó el título de II marqué de la Vega de Armijo y sentó plaza de guardiamarina en Cádiz el 10 de junio de 1717.
Participó en la expedición a Cerdeña, en la escuadra del marqués de Mari. También tomó parte en la conquista de Sicilia con la escuadra de Gaztañeta y en la batalla de cabo Passaro contra la escuadra del almirante Byng, donde fue hecho prisionero y canjeado. Al regreso a Cádiz en la escuadra de Guevara combatió en el apresamiento de una fragata de guerra británica.
En 1719, en el Cantábrico y embarcado en la división de Rodrigo de Torres combatió con una fragata y una balandra británica, apresándolas. Sobre cabo San Vicente combatió durante cinco horas contra tres navíos británicos de superior porte al mando de Cavendish, que abandonaron el combate.
Hizo viajes con caudales, desde América, con la flota mandada por Guevara. Ascendió a alférez de fragata el 26 de noviembre de 1726. En la escuadra del general Cornejo, ya de teniente de fragata, concurrió a la expedición contra Orán con las tropas del duque de Montemar, en junio de 1732.
En 1735, ascendió a capitán de fragata, navegó por aguas de América, en la protección de la recalada en San Vicente e islas Terceras (actuales Azores). Diez años más tarde con el grado de capitán de navío, tomó el mando del navío Glorioso. Venía el navío de América cuando en las Azores rechazó el ataque del navío ingles Warwich, de 60 cañones, y la fragata Lark, de 44, a los que desmanteló (25 de julio de 1747); en Finisterre volvió a rechazar otro ataque de un navío de 60 cañones y dos fragatas de la escuadra del almirante Byng, consiguiendo entrar en Corcubión y desembarcar su carga (16 de agosto de 1747). Abandonó este puerto para dirigirse a Cádiz; a la altura del cabo San Vicente fue atacado sucesivamente por dos fragatas corsarias inglesas King George y Prince Frederick —que tuvieron que retirarse destrozadas— y diez bajeles más que le daban caza, entre ellos los navíos Russel de 80 cañones, Darmouth de 50 cañones (este último se hundió en llamas salvándose solamente 14 personas) y dos fragatas, se rindió cuando había consumido sus municiones y tenía a bordo 33 muertos y 130 heridos (19 de octubre de 1747). Esta hazaña ha sido pintada recientemente por Ferrer-Dalmau.
Por su proceder fue ascendido a jefe de escuadra, recibiendo también la llave de gentilhombre. En 1755 arbolando su insignia en el navío Tigre y como comandante general de la escuadra del Mediterráneo, tomó el mando directo de una de sus dos divisiones, formadas por dos navíos, una fragata y cuatro jabeques.
En 1757, ya teniente general, fue nombrado consejero del Supremo de Guerra y sin desatender este cargo, virrey, gobernador y capitán general del Nuevo Reino de Granada y presidente además de la Real Audiencia de Santa Fe.
Falleció en Madrid el 15 de abril de 1783.
JOSE ANTONIO GAZTAÑETA
Nació en Motrico en 1656 y falleció en Madrid en 1728 a los setenta y dos años.
A los doce años se embarca con su padre y con dieciséis se ve obligado a traer de regreso de las Indias el navío Aviso al morir su padre durante la travesía. Cuando cumple los veintiocho años recibe el título de Piloto Mayor y Capitán de Mar. Para entonces ha realizado once viajes a Tierra Firme.
Entre 1694 y 1695 participa en la campaña naval del Mediterráneo y, conduciendo la Armada de regreso de Nápoles, burla a la Escuadra francesa del mariscal Tourville que permanecía emboscada cerca de Mahón.
En 1696 comienza su labor de investigación y publica en Sevilla «Norte de la Navegación hallado por el Cuadrante de Reducción» con ilustraciones de Matías de Arteaga y Alfaro. Esta obra introdujo el uso del cuadrante en España por ser un método fácil para navegar. En 1697 lo completó con un tratado sobre las cartas esféricas «Cuadrante Geométrico Universal para la Conversión Esférica a lo plano, aplicado al arte de navegar».
En 1702 es nombrado Superintendente de Fábricas y Plantíos de la Costa Cantábrica (gestión de astilleros y plantaciones de madera). Se centra en Guarnizo y funda «El Astillero». Sentó las bases de la construcción naval, modificó las medidas y la traza de los navíos de combate de la Armada, hasta el punto de que los holandeses y los ingleses lo copiarían.
En 1717 es nombrado Comandante General de la Escuadra de la Armada y Ejército del Mar Océano para dirigir la conquista de Cerdeña y Sicilia. Sufrió la derrota en la batalla de Cabo Passaro, donde resultó herido.
BALTASAR DE GUEVARA
Teniente General de la Real Armada Española. Comendador de la Reina en la Militar Orden de Santiago.
Fue bautizado en Madrid en 1673. Entre 1705 y 1706, al mando de una escuadra de galeras, participó en el sitio de Orán destacando por su valor. En 1715 es elevado a jefe de escuadra en reconocimiento a sus servicios durante la Guerra de Sucesión, la recuperación de Tortosa de manos austriacas y Barcelona. Siguió prestando sus servicios por el Mediterráneo y participó en las conquistas de Cerdeña y Sicilia, siendo el único oficial que castigó a los ingleses con fortuna. En 1719 llegó a las costas escocesas con la tropa que enviaba Alberoni en apoyo a la causa del pretendiente al trono escocés.
Cambió de destino al Atlántico y lo cruzó en varias ocasiones. En 1724 partió de Cádiz con la flota del Azogue, formada por los galeones «San José» y «Nuestra Señora de Guadalupe» que son sorprendidos y hundidos por un huracán al norte de Puerto Rico, perdiendo la vida a los cincuenta y un años de edad.
JOSÉ PATIÑO ROSALES
Nació en abril de 1666 en Milán. Estudió en el colegio de los jesuitas e ingresó en la Compañía pero no llegó a ordenarse. Cuando estalló la guerra de Sucesión se alineó junto a Felipe de Borbón a quien sirvió muy de cerca durante la guerra en Italia y regresó con él a España. En 1711 y 1713 recibe los nombramientos de Intendente de Extremadura y Superintendente de Cataluña donde pone en marcha las primeras reformas financieras y las normas para confeccionar un catastro para organizar la recaudación de Hacienda. Es nombrado Intendente General de Marina y Ejército, además de Presidente del Tribunal de Contratación de Indias, por lo que comienza la reforma de la Marina y potencia el comercio con la creación de las Compañías de Caracas y de Filipinas. Traslada la Casa de Contratación a Cádiz y crea la Escuela de Guardiamarinas.
En 1717 y 1718 organiza las expediciones a Cerdeña y Sicilia, pero la caída de Alberoni lo arrastra y es procesado. Consigue la absolución y en 1724 promueve la construcción de los astilleros de «La Carraca» en Cádiz.
Sus esfuerzos le llevan a ser reconocido y nombrado en 1726 Secretario de Marina e Indias y, poco después, de Hacienda. En 1732 organizó la campaña contra Orán y en 1734 ocupó la Secretaria de Estado hasta su muerte en 1736 a los setenta años en La Granja de San Ildefonso, atendido por la propia reina. Durante la enfermedad, el rey le concedió el título de Grande de España con carácter hereditario. Posteriormente, se le consideró el Colbert español a causa de las grandes reformas en la administración y en la Marina.
PRÓSPERO VERBOOM
Nació en Amberes en 1667 y falleció en 1744.
Colaboró con Vauban y participó en el sitio de Namur en 1695. En 1709 es requerido por la Corona española a propuesta del marqués de Bedmar y en 1710 dispone de nueve ingenieros (siete flamencos y dos franceses) a sus órdenes. El 27 de julio de 1710 participa en la batalla de Almenar donde es herido y hecho prisionero por los austriacos. El 17 de abril de 1711 se aprueba por Real Decreto de Felipe V «El Real Cuerpo de Ingenieros» fundado por Verboom y es nombrado Capitán General del mismo.
Planeó técnicamente el sitio de Barcelona y en 1715 fortificó la ciudadela y remodeló la ciudad. Aquí mismo creo la «Real Academia Militar de Matemáticas y Fortificación» a imitación de la de Bruselas para facilitar la educación de los oficiales y su ingreso en el «Real Cuerpo de Ingenieros».
Participó en la expedición a Cerdeña y a Sicilia, donde dirigió el asedio de Mesina.
CONDE DE MONTEMAR
José Carrillo de Albornoz y Montiel, tercer conde de Montemar. Nació en Sevilla en 1671 y a los doce años sentó plaza como soldado en la compañía de su tío, don Diego Bernardo Carrillo de Albornoz y Esquivel, capitán del galeón «Nuestra Señora de Atocha» de la escuadra del Mar Océana.
En 1694 entró en la Compañía de Infantería en Barcelona y al año siguiente fue nombrado capitán de caballería. Bajo las órdenes del duque de Vêndome participó en el asedio a Barcelona y resultó gravemente herido al socorrer un convoy de víveres. Cuando falleció su padre, contaba con treinta seis años y heredó el título de Conde de Montemar. En 1713 fue destinado al sitio de Barcelona y, una vez ganada la ciudad, fue nombrado Gobernador militar de la ciudad. Participó en las conquistas de las islas de Cerdeña (1717) y Sicilia (1718).
Continuó al frente de Barcelona hasta 1725 que fue trasladado con el ascenso a capitán general de la costa de Grananda. Sus desvelos contra la piratería berberísca le sirven para un nuevo ascenso a Capitán General de los Reales Ejércitos. En 1732 reconquista la plaza de Orán que España conservará hasta 1791. En 1734 recuperó Nápoles y Sicilia en la batalla de Bitonto que le valió el reconocimiento real con el Ducado de Montemar y la concesión del título Grande de España. Desempeñó el cargo de Ministro de Guerra entre 1737 y 1741. Falleció en Madrid en 1747 a los setenta y seis años.