En 1877, los empresarios Joaquín Bolado, Juan Gutiérrez-Colomer (impulsor en 1883 de la empresa S.A. del tranvía urbano de Santander) y Felipe Sánchez Díaz crean la empresa Corconera (ave de color parduzco que abunda en el Cantábrico). Son pequeños vapores muy marineros en los que destaca la alta chimenea amarilla y negra, cubiertos por una lona que protegía al pasaje de las inclemencias del tiempo. Cubría el traslado de Santander al Puntal, Somo, Pedreña y el Astillero.
Llegaron a tener nueve barcos con el nombre de «Corconera nº…» (del uno al nueve). Primero fueron de madera, y a partir de 1880, de hierro. La corconera nº6 Hércules fue construida por López-Dóriga y era un remolcador con ruedas que se empleó tanto para excursiones fuera de la bahía como de remolcador.
Tenían su propio embarcadero de madera en el muelle y un pequeño edificio que incluía la taquilla o despacho de billetes y una sala de espera para los días lluviosos.
En 1886, la empresa Corconera constituyó la Sociedad de Vapores Zarcetas S.A., (ave palmípeda de color ceniciento del tamaño de una paloma) para establecer una línea regular de pasajeros entre Limpias y Santoña.