Elena Bargues

Foto: Guardia Civil. Pintor: Ferrer-Dalmau

La Guardia Civil

75_GUARDIA_JOVEN_DE_LA_SECCIoN_DE_CABALLERiA_DEL_COLEGIO_DE_GUARDIAS_JoVENES_DE_VALDEMORO_1.871-7El 28 de marzo de 1844 se produce el momento histórico de la creación oficial de la Guardia Civil cuando, por Real Decreto, se crea un «cuerpo especial de fuerza armada de Infantería y Caballería», bajo la dependencia del Ministerio de la Gobernación y con «la denominación de Guardias Civiles». A los efectos de organizar esta nueva fuerza se comisiona al mariscal de campo D. Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II Duque de Ahumada.

Tras la revolución de septiembre de 1868, con el exilio de la reina Isabel II y hasta la Restauración de 1874, se inicia un periodo en la historia de España conocido como el «Sexenio Revolucionario».

Esta etapa se distingue por una gran inestabilidad política: con tres elecciones y siete gobiernos, con pronunciamientos, disensiones políticas, con la Revolución Cantonal de 1873, la Guerra de los diez años (1868–78) en Cuba, la Tercera Guerra Carlista que comienza en 1872, la Guardia Civil se convierte en la institución imprescindible en la que han de apoyarse los diferentes gobiernos.

Esta coyuntura social y política es además un caldo de cultivo propicio que origina un nuevo repunte del bandolerismo, tanto por la proliferación de numerosos grupos de excombatientes, revolucionarios, e incluso simples delincuentes, como por el vacío de poder que conlleva.

Así, el Gobierno Provisional de Prim suprime la Guardia Rural con el objeto de que fuera la Guardia Civil quien asumiera las competencias correspondientes en ese ámbito territorial. Más tarde, con la Monarquía Constitucional de Amadeo I, se lleva a cabo una reforma orgánica en 1871 distribuyendo los efectivos más eficientemente en el país, potenciando el despliegue en las provincias más afectadas por el azote del bandolerismo y protegiendo comunicaciones e infraestructuras.

En 1873 se consigue moderar esta nueva delincuencia, pero a principios de año la política vuelve a convulsionarse con la abdicación de Amadeo I y la proclamación de la Primera República el 11 de febrero. Los disturbios, el bandolerismo, la segunda guerra Carlista, las revueltas cantonales, etc., no darían respiro a los guardias civiles de esta época.

 

Elena Bargues